Con frecuencia la formación es considerada un gasto de tiempo y de dinero. De tiempo por utilizarse el tiempo de trabajo para estos menesteres y de dinero cuando la Empresa es la que paga esta formación.
No es de extrañar que sea una de las grandes olvidadas tanto en el presupuesto como en la prioridad dentro de las actividades a realizar y tampoco es de extrañar oir la consabida frase “Esto se ha hecho así toda la vida…”.
La formación de sus empleados es el mayor capital de la empresa. Un buen plan de formación mejora la imagen de marca y el prestigio, aumenta la calidad de servicios o productos, aumenta la productividad, mejora el trato, la satisfacción y la fidelización del cliente, aumenta la rentabilidad del empleado y del producto, mejora la fidelidad del empleado.
¿Qué pasaría si consiguiésemos hacer un plan de formación en línea con los objetivos del negocio?. Seguramente la formación dejaría de ser una de las grandes olvidadas y tendría una cierta prioridad y por ello se involucraría en ella toda la organización.
Las fases a seguir para elaborar ese Plan de Formación son :
5.Volver al punto 1 con las conclusiones obtenidas
Para aclararlo veamos un ejemplo siguiendo esas fases:
Como conclusión una adecuada planificación de la formación permite mejoras cuantificables en los resultados y no cuantificables (o sí) en RRHH tanto a nivel personal como profesional, y en la propia organización por el mejor posicionamiento y prestigio en su mercado y con sus clientes.
Es imprescindible tener un Plan formativo claro e involucrar a toda la Organización desde la Dirección hasta el último empleado.
Es imprescindible también saber enganchar a todos los implicados. Para eso no hay nada como la participación.
Etiquetas: formacion